viernes, 13 de enero de 2017

¿Qué Es el Marxismo Cultural?


El Marxismo Cultural es el conductor ideológico que está detrás de la llamada "Corrección Política". Es la crítica destructiva y el debilitamiento de todas las instituciones de la civilización occidental y de los valores tradicionales que la sostienen.

     Poco después de la Revolución rusa, en 1919 los bolcheviques fundaron la Comintern (la Internacional Comunista) para "luchar con todos los medios disponibles... para el derrocamiento de la burguesía internacional, para la creación de una república soviética internacional".

Dos teóricos marxistas, Antonio Gramsci de Italia y Georg Lukacs de Hungría, concluyeron que el Occidente cristianizado era el obstáculo que se interponía en el camino de un nuevo orden mundial comunista. Gramsci dijo que el cristianismo había corrompido a la clase obrera y que Occidente tendría que ser des-cristianizado mediante una "larga marcha a través de la cultura", comenzando con la familia tradicional y engullendo completamente las Iglesias, las escuelas, los medios de comunicación y de entretenimiento, las organizaciones cívicas, la literatura, la ciencia, y la presentación (y revisión) de la Historia.

En 1919 Georg Lukacs se convirtió en el vice-Comisario de Cultura en el efímero régimen bolchevique de Bela Kun en Hungría. Él inmediatamente echó a andar planes para des-cristianizar Hungría, en primer lugar socavando la ética sexual cristiana entre los niños, y luego la odiada familia patriarcal y la Iglesia. Él dio conferencias sexuales en las escuelas, e instruyó gráficamente a la juventud en el amor libre (promiscuidad) y las relaciones sexuales, simultáneamente animándolos a mofarse y a rechazar la ética moral cristiana, la monogamia y la autoridad paterna y de la Iglesia.

En 1923 Lukacs estableció la Institución para el Marxismo en Frankfurt, más tarde conocida como la Escuela de Frankfurt. Lukacs dijo: "Vi la destrucción revolucionaria de la sociedad como la única solución posible. Un derrocamiento mundial de los valores no puede ocurrir sin la aniquilación de los viejos valores y la creación de unos nuevos por los revolucionarios".

La Escuela de Frankfurt engendró la Teoría Crítica, la CRÍTICA DESTRUCTIVA DE LA CULTURA OCCIDENTAL, que incluye al cristianismo, el capitalismo, las autoridades, la familia, el patriarcado, la moralidad, la tradición, la moderación sexual, la lealtad, el patriotismo, el nacionalismo, la herencia, el etnocentrismo y el conservadurismo.

La Teoría Crítica repite una y otra vez este mantra de los presuntos males occidentales: Racismo, sexismo, colonialismo, nacionalismo, homosexofobia, fascismo, jenofobia, imperialismo y por supuesto intolerancia religiosa (aplicada sólo al cristianismo).

Antes de la Segunda Guerra Mundial, la Escuela de Frankfurt fue relocalizada en varios campus universitarios en Estados Unidos. En 1950, Theodor Adorno de la Escuela de Frankfurt propuso la idea de la "Personalidad Autoritaria", afirmando que el cristianismo, el capitalismo y la familia tradicional crean un carácter propenso al racismo y el "fascismo". Así, cualquiera que respalde los valores morales tradicionales y las instituciones es tanto racista como "fascista", y todo el que haya sido criado en las tradiciones de Dios, familia, patriotismo o el libre mercado, necesita ayuda psicológica.

La Escuela de Frankfurt se vio frustrada por la peristente indiferencia de la clase obrera occidental hacia la rebelión. Herbert Marcuse hizo la pregunta: ¿Quién podría substituír a la clase obrera como el agente de la revolución?.

Su respuesta fue: los grupos marginados, incluyendo a los militantes negros, las feministas, los militantes homosexuales, los antisociales, los alienados y los revolucionarios del Tercer Mundo, representados por el asesino de masas "Che" Guevara.

 El terrorismo cultural, ahora llamado CORRECCIÓN POLÍTICA, debía ser emprendido contra los varones Blancos, cristianos, capitalistas y heterosexuales.

Entonces los GRUPOS VÍCTIMAS debían ser defendidos: negros, mujeres, y también ahora los musulmanes, como supuestas víctimas de "racismo" y "genocidio", y también, más recientemente, el medioambiente (saqueado por capitalistas Blancos). Juntos, éstos constituyen LA COALICIÓN POLÍTICAMENTE CORRECTA.

El libro de Marcuse "Eros y Civilización" (1955) promovía el Amor Libre y el Principio del Placer, dando ocasión al mantra de finales de los años '60 en adelante de "Haz el amor, no la guerra" y "Si se siente bien, hazlo". Esto por su parte condujo a la contra-cultura de las drogas de los años '70, al "turn on, tune in, drop out" [enciéndete, sintoniza, abandona] de Timothy Leary. Esto es muy subversivo de los valores tradicionales, como la ética del trabajo y la búsqueda de la excelencia. Estos Grupos Víctimas son la base de los estudios de los Gays, los estudios de los Negros, los estudios de la Mujer, los estudios de Paz y Conflicto, etc., departamentos que ahora infestan las universidades, junto con la "Izquierda Verde". Ninguno de estos departamentos estimula el pensamiento crítico genuino: ellos venden sólo una agenda unilateral de pesimismo destructivo sobre la cultura occidental.

El Marxismo Cultural ahora acribilla las instituciones de la sociedad occidental, las universidades, y sobre todo los medios públicos. Su táctica de la Corrección Política —el matonaje lingüístico— ahora intimida y asfixia a gran parte del discurso público. Esto aflige a ambos partidos principales, no sólo a la Izquierda.

El avance del Marxismo Cultural ha sido ayudado enormemente por la difusión de ideas nihilistas post-modernistas, incluyendo la negación de la verdad absoluta, la negación de los estándares absolutos, el relativismo cultural, religioso y moral, la aseveración de que la vida carece de sentido, un "tolerante" rechazo a juzgar (lo que significa el rechazo a defender cualquier estándar), y una visión determinista de la vida.

Los marxistas culturales enseñan que la verdad y la moralidad son relativas, que el fin justifica los medios, que las instituciones de base de la sociedad son simplemente "relaciones de poder", y que el estatus de las personas y la fortuna en la vida están determinados por la clase, el género, etc., y que ellas no tienen ningún libre albedrío o capacidad para asumir una responsabilidad moral por sus propias decisiones de vida. Esto promueve una mentalidad de victimización y fomenta la dependencia parasitaria.

La agenda de la "justicia social", comprada por tantas personas a los marxistas culturales, es una cortina de humo. Cuando los de línea dura y sus "tontos útiles" hablan en las escuelas y en otras partes sobre la justicia social, ellos no están enseñando acerca de la libre empresa y el capitalismo y la responsabilidad individual y todas las cosas que hicieron grandes a EE.UU., Gran Bretaña y Australia. Ellos promueven todas las cosas que hicieron tan mal a la Unión Soviética, la Europa izquierdista (p. ej., Francia) y China.–

Por David Truman. Extraído de:
http://editorial-streicher.blogspot.com.es/2014/12/sobre-marxismo-cultural-y-progresismo.html#more

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