jueves, 18 de agosto de 2016

Cuando los dioses nacían en España


Es doce de octubre de 1492. Cristobal Colón en nombre de la corona de Castilla, pese a no ser consciente, pisa por primera vez el continente americano. Y con esa primera pisada, nace también la leyenda negra española, mucho más real que el genocidio indígena, que jamás se produjo.

A día de hoy, una de las hazañas más importantes de la historia de la humanidad, se ve difuminada por quiénes han hecho de esa heroicidad una gran mentira con el único objetivo de desmembrar la identidad española. Y lo han conseguido. Aquéllos que acusan a España y a sus conquistadores de ser unos exterminadores, podrían aplicarse aquel antiguo dicho de “es mejor parecer tonto que abrir la boca y demostrar que lo eres”. Muy a nuestro pesar, hasta los políticos y demás personajes públicos han logrado demostrar su falta de cultura o su inteligencia, aprovechándose de la falta de los demás.

Sentido común. Todo lo que aquí queda escrito es histórico y real, ideas argumentadas y repensadas, después de haber leído mucho y repito mucho, sobre la conquista de América. Lo primero que hay que apuntar, es que estamos hablando de unas acciones que ocurrieron hace más de cinco siglos, que se dice pronto. El nivel de cultura y de mentalidad de entonces no se puede ni comparar a la que tenemos ahora. Es completamente imposible analizar desde la actualidad algo que pasó hace tanto tiempo, cuando eramos tan diferentes y por supuesto mucho menos evolucionados. Ya me gustaría saber qué dirán dentro de 500 años, nuestros futuros tataranietos del aborto, de las guerras, de la eutanasia o de la cantidad de persecuciones y atrocidades que se siguen cometiendo en nuestros días. Y en vez de solucionar éso, preferimos hurgar en la herida con el único objetivo de lograr lo que queremos, nuestros y solo nuestros intereses.

En segundo lugar, cabría destacar la belleza de las pirámides indias. Ésas que estaban construidas de tal forma que la sangre de los cuerpos sin vida, que después iban a ser el banquete de los mayores opresores que uno se pueda imaginar, corriese y chorrease como una fuente por las bocas de las estatuas que se encontraban en los laterales de las escaleras. Escaleras por las que lanzaban a la masa indígena los miembros de las víctimas de los rituales más deleznables y tenebrosos de la historia. Víctimas que morían viendo como su asesino mordía su corazón aun palpitante, extraído de su cuerpo vivo después de partir la caja torácica con un cuchillo de piedra. Que no era precisamente un bisturí. Y sí, es de destacar, si vamos a hablar de barbaridades.

Y después de la presentación de las pobres víctimas del genocidio español, convendría también destacar un hecho que todo historiador sabe. Y subrayo que yo no soy historiador y lo sé. Más de la mitad de los indios que murieron durante la conquista murieron a causa de las enfermedades que trajeron los conquistadores de Europa. Enfermedades que no existían en ese continente y que por lo tanto afectaron a su población de una manera radical. Sin mencionar por supuesto las guerras internas que existían entre las diferentes tribus. El imperio Maya, sin ir más lejos, había desaparecido prácticamente en su totalidad simple y llanamente por que se habían matado entre ellos. Hernán Cortés, conquistó todo el Imperio Azteca con un centenar de hombres, ya que se aliaron con los indios oprimidos bajo el poder de Moctezuma. Que por cierto fue asesinado a manos de su propio pueblo.

¿Y hablan de esclavitud? Por supuesto que se cometerían atrocidades durante la conquista, como se han cometido a lo largo de toda la historia. Siempre ha habido casos aislados. Pero que haya un asesino en serie en Austria no quiere decir que todos los austriacos lo sean ¿o no? La propia Isabel de Castilla, impulsó las Leyes de Indias, que defendían los derechos de todos los indígenas, que eran hijos de Dios exactamente igual que los castellanos (un hecho más que raro en esa época). Hasta hace muy pocos años existía una cosa muy interesante que se llamaba ‘Apartheid’, concretamente hasta 1992 (exactamente 500 años después) donde los negros, no podían viajar en el mismo autobús que los blancos, ni entrar en los mismos edificios, ni casarse con un blanco o con una blanca, ni tener un trabajo… porque eran considerados inferiores y esclavos. Y esta vez, el malo no era Hitler.

Por supuesto que murió gente. También españoles. Como en cualquier otra guerra, igual que hoy mueren en Siria, en Afganistán o en Irak. España llevó a Sudamérica la cultura, la civilización y el desarrollo, eso que ahora está tan de moda exigir. Y nunca se quiso destruir la suya, pese a ser tan diferente a la nuestra (creo que con lo expuesto anteriormente basta para conocerla). Pese a que su ‘civilización’ estaba todavía en la edad media, sus ciudades siguen en pie enla actualidad, sus edificios y símbolos siguen estando donde estaban y lo que es más importante; en la parte americana conquistada por los españoles, siguen habiendo indios. Y es así, de hecho son la mayoría. Hay indios hasta en España. ¿Entonces de qué exterminio se habla? Dígame señora Colau, ¿cuántos indios quedan en Estados Unidos? ¿De qué puñetero genocidio hablan? En muchas zonas del continente se sigue hablando hasta el idioma que se practicaba cuando el primer español puso su pie en esas tierras. ¿Qué destrucción de cultura hubo? Yo no he tenido la fortuna, pero ahí siguen las pirámides. Las de la sangre sí.

Hollywood hace películas de indios y vaqueros, orgullosos de sus ‘heroicidades’. Ni se inmutan con el hecho de haber tirado dos bombas atómicas y haber segado la vida de cientos de miles de personas y las de tres generaciones posteriores en Japón. Por que “era necesario”. Hoy, sí hoy, se le ha impedido vivir a millones de niños por que su vida suponía una incomodidad, y ¿se va a hablar en serio todavía, después de cinco siglos, de un genocidio que nunca existió? Hay ganas de autodestruirse, y es verdaderamente ridículo. Que en su día lo hiciesen los franceses, los ingleses y los alemanes, que eran nuestros enemigos, todavía. Pero, ¿nosotros? Parece mentira. Son ustedes, los que han conseguido que este país haya perdido todo lo bueno que tenía. Los que promueven el odio y los bandos, en un pueblo que siempre había estado unido y que se movía por grandes ideales.

Así que señores incompetentes, incultos y paletos, cállense la boca, lean un poquito, piensen un poco más y después hablen. Y que viva Hernán Cortés, que viva la conquista de América, que viva la Virgen del Pilar y que viva España.

Escrito por José Antonio María Caesar, extraído de Sinpelosenlalengua: 
http://sinpelosenlalenguaweb.com/cuando-los-dioses-nacian-en-espana/

P.D.: Quiero dedicar este texto, especialmente a todos nuestros caídos. Desde que nació esta noble patria, por todos los que dieron su vida por España. Por todos, no sólo los militares y conquistadores, sino también por nuestros padres y abuelos que lucharon por dejarnos una España mejor. Por nuestros amigos. Desde aquí, para todos, no os fuisteis en balde. No bajo mi guardia. J.S.M

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